Mis Historias
sábado, 2 de junio de 2012
Concurso Besos de murciélago.
Hola! quería informar que el blog The Lovely books hace un concurso en el que se sortea el libro del premio ellas JR. Toda la información aqui.
viernes, 6 de abril de 2012
Capitulo 4
CAPÍTULO 4
Volvimos a los cuartos
de los adolescentes algo aturdidos. Lucas y yo teníamos 17 por lo que
prácticamente teníamos los mismos horarios.
-Bueno, no esperaba eso…
-Yo tampoco, ahora tengo
que ir un rato a la mina. ¿Te toca limpiar los cuartos, no?
-Sí, nos vemos después y
“hablamos”-con “hablamos” me refería a intentar averiguar como dominar mis
poderes.
Me dirigí a los cuartos
pequeños después de despedirme de él.
-Hola, Jen.
-Hola, -Raquel era mi
amiga y compañera de limpieza por hoy. De la limpieza nos encargamos las chicas
mientras que los chicos tenían que ir una hora a la mina a darle más oro al
Rey, una de las razones por las que están aquí es por el oro.
-Oye, ¿te encuentras
bien? No tienes buena cara. Si quieres limpio yo por ti esto no está muy sucio.
-Estoy bien, un día
largo. No te preocupes.
-Ok, pero si no te
sientes bien avísame.
Estuvimos limpiando
mientras hablábamos sobre cosas sin importancia. Cuando todo estuvo limpio ella
se fue, hasta que oí unos pasos, unos pasos que conocía bien. Lucas.
-Wow, esto está muy
limpio.
-Lo sé.
-¿Vamos a recoger la
ropa? Creo que los de lavandería han terminado.
-Vale, espero que no se
hayan dado cuenta del estado de mi ropa.
Al parecer hoy todo iba
contra mí porque lo primero que me dijo Irene al llegar fue:
-¿Qué hiciste anoche,
corriste durante horas alrededor de una fogata?
-No… lo que pasa es que
tuve una pesadilla, ya sabes recuerdos- eso funcionaría siempre cambian de tema
cuando hablo de mis padres, supongo que será por que creen que aún no lo he
superado.
-Ah, bueno, pero como
olía a humo…
-¿Estas segura? Esta
mañana no olía a nada- otra vez Lucas al rescate.
-Será mi imaginación…
-Adiós.
Fuimos a “nuestro”
cuarto con la ropa y los sacos de dormir.
-¿De verdad sigue
habiendo oro en la mina? Con todos los años que lleváis excavando y todo lo que
sacáis por día… no sé pensé que algún día se acabaría.
-Ajá-Parecía algo
distraído.
-¿Lucas? ¿Estás aquí? No
me digas que sigues dándole vueltas a lo de antes.
-No, es que hay algo muy
importante que quería decirte desde hace algún tiempo y… no sé muy bien cómo
decírtelo.
-Pues, simplemente dilo.
-Vale, allá voy-tomó una
profunda respiración y me cogió de la mano indicando que me quedara dónde estaba.
Parecía nervioso.
-Jenny, yo te…
-¡Hola, chicos! Estáis
aquí no te he visto en todo el día Lucas ¿Qué tal te ha ido?-Esa era la madre
de Lucas interrumpiendo a su hijo.
-Bien mamá-me soltó de
la mano y abrazó a su madre, me miró cómo diciéndome que luego hablaríamos.
-¿Y tú que tal Jennifer?
Me ha dicho mi marido que te ha visto esta mañana.
-Sí, la verdad se le
veía preocupado por algo-no me había dado cuenta antes, pero ahora vi lo que no
había visto antes.
-Es cierto, papá parece
algo preocupado desde que fuimos a nadar al lago.
-No os preocupéis, ya
sabéis cómo es por cierto ¿haréis algo después?
-Pensábamos ir a
nadar-era mentira íbamos a intentar desarrollar mis poderes.
-Esta bien que os
divirtáis.
Lucas y yo nos
dirigíamos hacia el claro, habíamos comido en clase (a la mitad de la clase
teníamos 20 minutos para comer). Cuando le pregunté qué era lo que quería decirme antes.
-Oh, eso creo que es
mejor que te lo diga en tu cumpleaños, tengo algo con lo que podré decírtelo
mejor que con palabras-me paré.
-Lucas ya sabes que no
tienes por qué hacerme nada.
-Lo sé pero quiero darte
algo que exprese lo que sien… lo que quería decirte.
-Pero…
-Vamos, no insistas el
regalo está casi terminado y no querrás que me haya esforzado para nada
¿Verdad?
-No, pero…
-Entonces vamos.
Ahora tendría que
esperar un mes a saber lo que era tan importante.
Capitulo 3
CAPÍTULO 3
Cuando sonó la campana anunciando el fin de loa clase me
encontré con Lucas. Salía de la clase de los chicos, las chicas y los chicos
íbamos separados unos en una clase y las otras en otra (no sé si me explico
pero bueno). A las chicas nos enseñaban a ser “buenas mujeres” es decir que no
enseñaban a limpiar, cocinar y comportarnos como lo harían las criadas de
antes. Mientras que los chicos aprendían a sumar, leer y esas cosas. Putos
machistas de mierda. Si no fuera por los padres de Lucas creería que todo esto
es lo mejor y que nací para estar aquí encerrada pasándome la vida limpiando y
cocinando.
-Ey
-Ey- me saludó alegre pero de repente su expresión cambió
iba a preguntarle que le pasaba, pero entonces alguien me abrazó por detrás a
la altura del pecho.
Genial, el que faltaba.
-Hola, cariño. ¿Qué tal está hoy la tía más buena del lugar?
Por lo que veo muy bien- dijo mirando hacia donde se dirigían sus manos. Lugares prohibidos para él. Iba a apartarme e
insultarle pero Lucas se me adelantó.
-Vuelve a tocarla y te juro que te corto esas asquerosas
manos que tienes- nunca había visto así a Lucas, aunque claro Gordon nunca
había intentado tocarme en público.
-No te atreves además sé que ella quiere lo mismo que yo
¿Quién te crees que eres persiguiéndola todo el día? ella no quiere estar
contigo, ¿Verdad, guapa?
-¡CALLÁTE!-entonces empezaron a pegarse pero aparte a Lucas
antes de que esto empeorara, si es que podía.
-Lucas, no. Vamos tenemos cosas mejores que hacer que
pelear- le cogí de la mano y lo alejé de allí pero todavía tenía esa mirada
asesina en los ojos- tranquilízate ya te dije que era un cerdo.
-Sí pero no mi dijiste que intentó tocarte.
-No quería preocuparte. Y vamos tenemos que llegar a hablar
con Margaret ¿Recuerdas?
-Ah, sí es cierto.
-¡¡ Esto no acabará así pienso ir a por ti y lamentarás no
dármela a mí!!-conseguimos oír que gritaba Gordon pero no le hicimos caso.
-Como si yo fuera un objeto-murmuré
-¿Qué?
-Nada simplemente que te relajes.
Cuando llegamos al cuarto de los ancianos (los pocos que
quedaban) Lucas me apretó la mano y me susurró que todo iría bien. No estaba
nerviosa, bueno tal vez sí.
Un poco, pero sólo un poco.
-Disculpe ¿Sabe dónde se encuentra la señora Margaret?
-Está ahí, jovencito-Nos dirigimos hacia ella y empecé a
pensar otra vez que podía ser mala idea.
-Buenos días, señora Margaret ¿Podríamos hablar un momento
con usted?
-Sí hay ay mucho tiempo hasta que la elegida venga…
-Eh, sí. Sabemos eso pero… es que tenemos algún que otro
problema.
-Aja ¿Así que necesitáis un consejo de amor? Pues sentaos
puedo daros los que queráis.
-No, no es eso… es otro asunto… diferente-estaba toda roja y
era lo primero que decía desde que llegamos, pero al sentarme con Lucas vi que
él también se había puesto rojo.
-Bueno, ¿Y de que va ese problema?
Lucas empezó a contarle todo a la perfección. Yo no sabría
cómo explicarme a Lucas nunca tuve que decírselo, él mismo estuvo ahí cuando
sucedió, justo al cumplir los 16.
-Oh, la elegida…-¿Qué? Yo no podía ser esa elegida, sólo
eran leyendas tontas.
-Sí eso pensé yo, pero no estaba seguro ¿Y cómo puede
aprender a usar sus poderes?-fruncí en ceño sorprendida.
-¿Poderes?
-Sí querida tus poderes de elegida han empezado a
desarrollarse y debes aprender a usarlos.
-¿Pero cómo puedo hacerlo? ¿Y si simplemente soy sonámbula?
¿Qué pasa si no soy la elegida? ¿Y si lo soy, cómo derrotaré al Rey? ¿Si soy la
elegida soy también inmortal? ¿Por qué tengo que ser yo? ¿Por qué no alguien
más fuerte que yo?
-Demasiadas preguntas, jovencita.-Pues tenía muchas más-
Levanta tu camiseta un poco- le hice caso mostrando la marca de nacimiento de
mi cadera con forma de estrella de 5 puntas.
-Ahí tienes la respuesta a una de tus preguntas, y no, no
eres inmortal y lo demás tendrás que averiguarlo tú.
-No lo entiendo ¿Y cómo es que no sabía qué tenías esa
marca?
-Yo tampoco lo entiendo, ¿Y por qué tendrías qué saberlo?
-No sé, pero…
-Jovencito no hay tiempo de tonterías, tienes que entrenarte
rápido y poder salir de aquí, y nadie puede saber que la elegida vive o si no
te matarán a ti y a los que quieres.
-¿Pero cómo?
-Eso lo tendrás que descubrir tú.
Capitulo 2 Segunda Parte
Siempre estaba soltando unas profecías raras sobre que una
chica nos salvaría ¿Pues si de verdad existían las profecías porqué no había
venido?
-No podemos contarle nada ¿Y si se lo cuenta al Rey para que
le deje libre?
-No lo hará. Nos ayudará ¿Has pensado lo que podría pasar si
esto empeora?-Suspiré, cediendo.
-Esta bien pero como cuente algo me las pagará.
-Estoy seguro de ello- contestó dándome un beso en el pelo-
y ahora me voy a duchar, no quiero llegar tarde.
-Ok, adiós.
-Adiós- Le dí un beso de despedida en la mejilla y se fue.
Lucas por lo general no solía equivocarse, pero no estaba
segura de si esta vez tenía razón pero confiaba en él. ¿Cómo no podría? Siempre
había estado ahí y confiaba en mí, no había secretos entre nosotros, bueno tal
vez sí uno: que estaba enamorada de él, pero ahora tengo bastantes problemas
como para intentar que fuéramos algo más que amigos, también tenía miedo de que
el no sintiera lo mismo. Lo que no entendía era que por qué no me tenía miedo o
asco, ya que no es normal despertarme así. Mientras pensaba en todo esto me dí
cuenta de que estaba enrollando inconscientemente un hilo de mi camiseta, pero
lo extraño fue ese pequeño remolino que se estaba formando en el agua. Deje de
mover el dedo e inmediatamente el agua volvió a estar tranquila. Volví a mover
el dedo y el pequeño remolino se volvió a formar.
Definitivamente me estaba volviendo loca, mejor dicho estaba
completamente loca.
-¡Mierda!- Dentro de poco iba a sonar la campana y había un
buen camino de aquí al comedor. Me levanté y me di prisa en llegar, había
perdido la noción del tiempo, la verdad es que ese sitio enganchaba.
Llegué poco después de que sonara por suerte Lucas me había
guardado el sitio de siempre y me había traído el desayuno. Al llegar a la mesa
le sonreí.
-Gracias no sabes cuanto te lo agradezco.
-¿Dónde te habías metido? Tú siempre llegas antes.
-Resulta que me has pegado la manía de ir al claro a pensar.
-¿Y en qué pensabas? ¿En como escabullirte de lo de esta
tarde? Porque si es eso no creas que podrás, pienso preguntarle con tigo o sin
ti- Bufé.
-No era eso, tonto. Y no pienso decírtelo, bueno si me dices
tú en lo que siempre vas a pensar tal vez te lo diga.
-Entonces no lo sabré- contestó sonriendo y yo le miré
entrecerrando los ojos.
-Te veo extrañamente feliz, Lucas. ¿Qué tramas?-abrí mucho
los ojos-¿No será que has cedido ante Carol y ahora sales con ella?- Intenté
aguantar la risa y seguir con mi cara de sorpresa ante su expresión
horrorizada.
-¿¡Qué, bromeas!? Ni si quiera sé como decirle que se olvide
de mí sin ser demasiado brusco.
-Tal vez deberías darle una oportunidad- contesté riéndome.
-Tu quieres matarme-dijo Lucas gimiendo.
-¡¡HOLA!! ¿Qué tal estas galletita?- hablando de la reina de
Roma… Espera, ¿dijo galletita?
-Bueno…
-Ah, hola- ¿Ahora me ve? Claro sólo tiene ojos para él- No
sabía que estabas aquí.
-Hola. Bueno yo os dejo que quiero repasar lo que dimos
ayer- me levanté recogiendo mis platos vacíos, ante la mirada de miedo de Lucas
y la de alegría de Carol. Pobre…
-¡Espera! Te acompaño… tienes que explicarme algo, que ayer
no entendí…- se levantó y me dí cuenta de que sólo lo decía para que no le deje
a solas con ella.
-Oh, ¿ya os vais? ¿Puedo acompañaros? Hay algo que no
entendí… ¿me lo podríais explicar vosotros?- puso ojitos pero más parecía un
monstruo que dar pena.
-¿por qué no se lo pides a Gordon? Seguro que él te lo
explica encantado y mejor que yo. Adiós- no le dí tiempo a que me contestara no
me apetecía tenerla pegada toda la mañana. Lucas me siguió despidiéndose de una
asombrada Carol.
-¡Estas loca! ¿Pretendes que esa me mate abrazándome, o es
que te gusta verme sufrir?- me dijo cojiendome del brazo y empujándome fuera antes
de que Carol nos siguiera.
-Sólo quería vengarme por lo que me hiciste el otro día con
Gordon. Para que aprendas a no dejarme a solas con ese baboso-la verdad es que
Gordon no estaba demasiado mal y era algo agradable (cuando quería) pero era un
completo cerdo y apoyaba al Rey.
-Vale lo he captado ¡Pero por favor no dejes que se me
acerque tanto! Me dan ganas de vomitar cada vez que se me pega así.
-Venga no te pongas así, además-miré a nuestro alrededor
asegurándome que no nos veía nadie-tengo que enseñarte algo. Y si tú también lo
ves es que no estoy tan loca.
-¿Más cosas raras? ¿Y ahora qué?-dijo preocupado siguiéndome
hasta el claro.
Cuando llegamos nos sentamos en los sitios de antes y Lucas
me miró esperando.
-Mira el agua atentamente.
-No veo nada diferente.
-Espera no seas impaciente- me armé de valor y moví el dedo
exactamente como antes. Entonces empezó a hacerse otro remolino de agua. Lucas
abrió los ojos como platos y me miró sorprendido.
-¿Có…cómo lo has… hecho?
-No tengo ni idea.
-Crees que tiene algo que ver con…
-Sí- le corté- o eso o soy más bicho raro de lo que creía.
-Mola ¿Sabes lo que puedes hacer con esto?
-¿Remolinos de agua diminutos?
Lucas sacudió la cabeza.
-No, creo que puedes controlar el movimiento del agua ya le
encontraremos una utilidad a tu don.
-¿Don? No sé si yo lo llamaría así.
-Ahora si que iremos a ver a la señora Margaret.
-Esta bien pero vallamos ya a clase, no quiero llegar tarde.
Lucas asintió y nos fuimos en silencio a estudiar.
sábado, 18 de febrero de 2012
Capitulo 2 Primera Parte
Sorry, los exámenes...
-Buenos días- saludé estirándome.
-¿Otra vez?- Preguntó Lucas al ver todo el sudor. Al menos
hoy podría ducharme y lavar el saco de dormir, sólo podíamos ducharnos y lavar nuestra
ropa y saco de dormir una vez a la semana y hoy tocaba “día de lavado”.
-Sí, eso parece. Estoy empezando a pensar que o tengo algún
problema, o que los dos estamos completamente locos y tenemos alucinaciones-
Lucas rió un poco pero vi preocupación en sus ojos.
-No te preocupes ahora mismo me ducho, y limpio todo esto-
me llevé el dedo a los labios- Shh, aquí no ha pasado nada de nada- negó con la
cabeza.
-Anda date prisa antes de que alguien te vea con todo ese
sudor y oliendo a humo.
Cuando salí de la ducha con todo fresco y limpio, empecé a
secarme el pelo con una toalla.
-Veo que ya te has duchado-me dí la vuelta y me encontré con
el padre de Lucas- Yo me iba a duchar ahora, por cierto ¿Has visto a Lucas?
-No, la última vez ha sido cuando me he levantado, más o
menos a las 5 o así.
-¿Y no te ha dicho a dónde iba? En el cuarto y veo que aquí
tampoco.
-Lo más probable es que esté dando una vuelta pensando en
sus cosas antes de que suene la campana- la campana sonaba a las 7 de la
mañana, que era cuando deberíamos ir a desayunar, pero a los que les tocaba
preparar el desayuno, comida o cena tenían que estar media hora antes.
-Será eso, espero que se dé prisa si quiere ducharse.
-No te preocupes ahora voy a buscarlo.
-Gracias, adiós- se despidió mientras se metía en las duchas
de los chicos (comunitarias igual que las de las chicas, un asco lo sé).
Encontré a Lucas dónde siempre iba a pensar, un pequeño
claro dónde más tranquilidad había, no había las cámaras que había por todas
partes, y el paisaje era precioso con árboles y flores por todas partes.
La mayoría no conocía este sitio ya que no querían alejarse
demasiado de donde deberían estar para no hacer enfadar a los guardas si
llegaban tarde. Por eso este sitio era de Lucas y mío, nos encantaba venir aquí
y además no estaba prohibido.
-¿Otra vez aquí, Luke el pensador?- le pregunté con una
sonrisa. Se dio la vuelta sobresaltado pero al ver que era yo. Sonrió y dio
unas palmaditas a su lado indicando que me sentara a su lado.
-¿En qué pensabas?- me senté junto a él.
-En eso tan raro que te pasa todas las noches.
-¿Y a qué conclusión has llegado, pequeño saltamontes?
Me miró arqueando las cejas, y una expresión divertida
-Jenny, ¿A qué vienen todos esos motes?
-Estoy buscándote un mote, pero no se me ocurre el adecuado,
me encanta tu nombre, de verdad, pero hay que encontrarte un mote ¿Qué te
parece Luke o pensador? No mejor “Otto”- soltó una carcajada.
-¿Otto?
-Aja, de otoño. Porque tu pelo es del color del otoño, entre
castaño y rubio.
-Estas loca, mejor me llamas por mi nombre, me gusta más
así- contestó con una sonrisa- Te veo muy contenta ¿Ha pasado algo?
-Sí, he encontrado un cerdo, lo criaremos y después nos lo
comeremos-bromeé. Negó con la cabeza divertido, suspiré y me miré las manos-
Simplemente estoy cansada de entristecerme y preocuparme por lo que me pueda
pasar al ser un bicho raro, o de lo que te harían a ti si supieran que sabes lo
mío o de cómo acabar con el Rey y salir de aquí.
Me rodeó los hombros con un brazo, atrayéndome a él en un
abrazo.
-Primero no eres un bicho raro, segundo nadie sabrá lo que
te pasa y tercero no te van a separa de mí ¿entendido?- murmuró en mi pelo.
-Pero…
-Nada de pero, esta tarde cuando terminen las clases vamos a
hablar con la Señora Margaret.
La señora Margaret era una anciana que había vivido
todo el principio de la “prisión”, era la mujer más sabia que conocíamos,
estaba en contra del Rey y… estaba loca.
viernes, 27 de enero de 2012
Capítulo 1
Este capítulo es más como una introducción a la historia, así que no creo que tarde en subir el siguiente.
CAPÍTULO 1
Me desperté mojada en mi propio sudor y lo primero que pensé
fue: ¡Mierda, otra vez! Y lo segundo fue: ¿Qué coño me está pasando?
Desde que cumplí los 17 me han estado pasando cosas muy
raras, a veces me despierto llena de sudor y oliendo a humo, y teniendo la
sensación de que todo a mi alrededor se está quemando, otras mi saco de dormir
esta lleno de tierra, pero también suelo despertarme toda mojada (incluso el
saco de dormir), así que las que yo prefiero son cuando parece que donde yo
estoy ha pasado un huracán ya que es más fácil de esconder a mis compañeros de
“habitación”.
Ayer sin embargo paso algo que no me había pasado antes, al
despertarme uno me había pasado nada, me alegré hasta que me di cuenta que las
luces de las lámparas estaban encendidas 2 horas antes de que conectaran la
electricidad pero creo que tendría que explicar la historia de donde vivo para
poder entendernos bien ¿no? Bueno pues todo empezó hace unos… 16 años y algo,
creo, yo no recuerdo nada de esto tan sólo tenía unos meses, pero es lo que
todos los adultos hablan en secreto y nos cuentan a los que, o no lo vivimos o
no podemos recordarlo.
Pues eso que cuando yo ni siquiera sabía andar un gran grupo
de tíos llegó al pueblo con armas mató a mucha gente destrozaron casas y a los
que no se resistieron los llevaron a las afueras donde había unas vallas como
las de la cárcel y los metieron dentro hay tres almacenes donde dormimos en
sacos de dormir viejos habrá cerca de las 30 personas por almacén. Les
obligaron a trabajar en minas, estudiar una religión que nadie del pueblo había
oído hablar de ella nunca, les trataban como esclavos y algunos intentaron
escaparse, otros se quejaron y otros intentaron matar al Dictador, como todos
lo llamamos, y ahora por eso están todos muertos por suerte o tal vez no ya que
no son torturados.
Por desgracia mis padres fueron unos de los que intentaron
escapar para no tener que criarme en un infierno pero no les salió bien y me
tuvieron que criar el mejor amigo de mi padre y su mujer, que son como unos
padres para mí pero, también son los padres de…
-Buenos días- dijo Lucas devolviéndome a la habitación.
martes, 17 de enero de 2012
Nueva historia
Hace un tiempo que empecé a escribir esta historia, todavía no está acabada pero me falta poco, aquí dejo la sipnosis, aunque todavía no tiene título.
Vivo en una especie de prisión. Paso noches de lo más raras.
Estoy secretamente enamorada de mi mejor amigo. No tengo padres. No tengo
derechos. No puedo hacer nada sin ser vigilada. Un cerdo no para de intentar
“conquistarme” (como si pudiera conseguirlo algún día).
Me llamo Jennifer tengo 17 años y esta, es mi historia.
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